domingo, 3 de mayo de 2009

Maripuzzle la destrozona



Desde pequeñita, Maripuzzle demostró que hacía honor a su nombre, pues su diversión favorita era convertir en puzles todos los objetos que caían en sus manos, es decir, a romperlos. Por eso la llamaron Maripuzzle la destrozona. Los objetos de su casa estaban aterrorizados. Ante la presencia de la niña, al cepillo se le ponían los pelos de punta, al abrigo de visón la piel de gallina, al reloj se le aceleraba el tictac… Había que hacer algo y deciden organizar una huelga antimaripuzzle.
La rebelión consigue su objetivo: Maripuzzle comprende que los objetos son amigos suyos, que están ahí para ayudarla y hacerle la vida más fácil. Y se convierte en la protectora de las cosas.

"Maripuzzle la destrozona" trata, en clave de humor, sobre esa relación tan especial que algunos niños mantienen con las cosas, que se manifiesta en su afán por recoger los objetos más dispares a los que consideran como pequeños tesoros que casi llegan a personificar.

En efecto, es un cuento de humor, pero ante todo es un cuento de amor. De amor a los objetos, esos aliados, esos amigos que nos acompañan a lo largo de toda nuestra vida, esos guardianes de nuestros recuerdos.

Autor: Juan Carlos Chandro
Ilustraciones: Guillermo Ferreira.
Editorial: Palabra.
Colección: La Mochila de Ástor.

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